La ciencia nuclear está revolucionando la agricultura, mejorando el contenido nutricional de las plantas y preservando la salud del suelo. Técnicas nucleares e isotópicas permiten a los científicos recopilar datos precisos sobre la calidad del suelo, optimizando el uso de fertilizantes y aumentando la producción agrícola. Este enfoque innovador, apoyado por el OIEA y la FAO, ha demostrado ser esencial para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, beneficiando a agricultores en todo el mundo.